Las fuentes termales y medicinales de todo el mundo, tan concurridas por las personas que desean aliviar alguna enfermedad crónica, son también las preferidas de las hadas para tomar sus baños matutinos.
Otra de sus ocupaciones a la cual las hadas le prestan mucho de su tiempo y atención, cuando se presenta la oportunidad, son los funerales de sus pares, a los que deparan honras fúnebres muy complejas y sentidas. Estas ceremonias son muy similares en todas las latitudes, y no varían demasiado, cualquiera sea el tipo de criatura feèrica que la lleve a cabo.

Una costumbre común en las hadas es su cualidad mágica de cambiar de forma, en menor o mayor medida la mayoría de las hadas posee esta virtud, aunque algunas de ellas y sus primos los duendes son verdaderos especialistas en el tema.
Las hadas de Cornwall, parecen poder adoptar solamente la forma de un pájaro, pero con cada cambio ellas pierden un porcentaje de su tamaño real, por lo que corren riesgo de desaparecer si abusan de su poder. No se debe confundir el cambio de forma con los hechizos que las hadas imponen sobre los humanos para que estos las vean como ellas desean.
Las transformaciones temporales son uno de los recursos utilizados comúnmente por estos elementales para escapar de sus enemigos.




Las Vili se dice que las blancas son malas pero las negras son peores, estas criaturas feèricas, que son exclusivamente femeninas, habitan las elevadas cordilleras septentrionales de Europa, especialmente los riscos más escarpados. Hablan el idioma de los animales y crían manadas de renos y gamos si algún cazador mata uno de sus animales, lo castigan con una mutilación grave, o incluso la muerte.

Black Annis o Annie, se la describe como una bruja antropófaga de cara pálida y esquelética, dientes largos, agudos como sables y garras aceradas con las que destrozaba a sus víctimas humanas. Según las leyendas cuando rechinaba sus dientes el sonido podía oírse a millas de distancia y entonces los habitantes de Leicester cubrían sus ventanas con tablas y colocaban sobre ellas ramas de muerdazo y collares de bellotas para mantenerla alejada.

Glaistig con la parte de su cuerpo superior femenino y inferior de forma de cabra, que disimula con una falda verde. Es perversa pero solo con los varones jóvenes, ya que suele mostrarse amable y hasta bondadosa con los ancianos y los niños a quienes ayuda en sus tareas. Con las mujeres, en cambio, es totalmente diferente, a tal punto que son muy contados los casos en que una de ellas ha visto a una Glaistig.

Bandit y Mamaugh traducido como “madres ladronas”, es el nombre genérico que se da a las hadas en la región de Lough Derg ( Lago Derg), estas criaturas sumamente traviesas sustraen caballos de los establos y los montan hasta matarlos de cansancio y, lo que es más peligroso, roban a los niños de sus cunas o los cambian por sus propios hijos, llamados “krymbills”. La mayoría de las narraciones las menciona como mujeres muy feas, con rasgos de enanas y muy proclives a entrar en las casas durante la noche y revolverlo todo solo por diversión.

Las Moiras o Parcas para algunos son ancianas decrépitas, encorvadas sobre sus implementos de hilanderas, mientras que, para otros, tienen rasgos macilentos y ojerosos de tanto trabajar por las noches o labios abultados y colgantes por retorcer el hilo de la vida.

Estas son solo algunas de las criaturas feèricas maléficas…



Las Ondinas son las hadas que custodian los lagos y lagunas. Tienen su origen en la mitología nórdica. Son muy similares a las Náyades, con una extraordinaria belleza, con cabellera húmeda y flotante. Al igual que las sirenas, las Ondinas tienen fama de atraer a los hombres que surcan las aguas que ellas protegen. Se puede agregar que aman las perlas.
Las Náyades según la leyenda, eran hijas de Zeus y madres, a su vez de los Sátiros y los Silenos, y fueron las que educaron a Hermes y otros dioses. Eran sacerdotisas de Dionisos, y se las representaba como hermosas doncellas coronadas de flores, encargadas de la organización y conducción de las fiestas dedicas al dios. Suelen vestirse con ropas azules o blanquísimas muy brillantes y llegan a medir hasta un metro y medio.
Las Oceànides hijas del dios Océano y de la diosa Thetis, eran las hadas del mar abierto, aunque sin una localización especifica. Según la leyenda eran tres mil y tenían a su cargo el control de las corrientes y las mareas alrededor del mundo conocido.
Las Asraii una de las hadas de las aguas dulces más conocidas en la Europa occidental, frágiles criaturas y delicadas que sólo miden entre cuarenta y cincuenta centímetros de alto, y habitan en el fondo de los lagos y ríos profundos, ya que si suben a la superficie y quedan expuestas a la luz del sol, desaparecen convirtiéndose en agua.
La Dama del lago, es uno de los seres mágicos más increíbles. Vive en un lago, pero el mismo está en su imaginación, es decir, no existe. Esto ocurre por lo general en los claros de los bosques. Toda su vida es mágica y misteriosa: su hábitat, su entorno, solo existe en su mente. Su poder le permite crear la ilusión de la existencia de ese lago para que nadie la moleste. Su aspecto es semitransparente. Cuenta la leyenda que la dama del lago tuvo más poderes aún, de un mago que pudo verla y, enamorado de su belleza, le enseño todos sus trucos



Las Damas Blancas son equivalentes a las Korrigans y las Fate de la Europa septentrional, y se las conoce como Fainen, Weise Fraulein y Sibilas, según el país que habiten; desafortunadamente constituyen uno de los tipos de seres feèricos menos vistos en los últimos tiempos, en parte porque no pueden adaptarse a la vida moderna, y en parte porque sólo pueden verlas los nacidos en domingo o los que poseen un talismán èlfico, y eso sólo cuando besan a un niño. Por otra parte, visten siempre con una túnica blanca y suelta, que hace que muchos las confundan con fantasmas.
En sus relaciones con los humanos son muy generosas, pues ayudan a los viajeros extraviados, asisten a las mujeres en el momento del parto, muestran a los mineros los mejores yacimientos metalíferos y hacen que las vacas produzcan más leche. Sin embargo pese a su generoso carácter pueden irritarse fácilmente si los hombres se comportan de forma cruel o ingrata y entonces son enemigas de temer.


Las Ellyllon, en la región de Caernarfonshire, al norte del País de Gales, se las describe como hadas diminutas y sutiles, más pequeñas aún que las Asraii, que se alimentan exclusivamente de lo que se conoce como “manteca de hadas”, una sustancia cremosa segregada por un liquen que crece espontáneamente en los huecos de los robles. Al sur el país, en cambio, las Ellyllon se mencionan como menos etéreas y más traviesas que sus pares del norte.
Las Poltersprites si han oído hablar del fenómeno Poltergeist mucho tiene que ver esta hada y sus actividades. Son hadas domésticas descendientes de los Kobolds que, como ellos, son metamorfas, es decir que pueden cambiar de forma a voluntad, desde plantas, animales domésticos, utensilios de cocina e incluso cosas más sutiles como rafas de viento, telas de araña o rayos de luna filtrándose entre ramas de los árboles.
En su comportamiento general, estas criaturas suelen ser afables con los humanos y hasta ayudarlos con las tareas de la casa o la granja, pero siempre combinando estas actividades con su diversión favorita, hacer ruidos molestos y a menudo mientras rondan las casas adoptando la forma de una ardilla, un gato o ratón asustando a las mujeres.
Por lo general, sus entretenimientos predilectos son rechinar y azotar las puertas y ventanas, hacer tintinar los platos y cubiertos, abrir y cerrar los cajones, arrojar piedras, nueces y bolitas por las escaleras y rechinar los elásticos de las camas. Su vestimenta, cuando se las logra ver consiste en largas túnicas de tela basta, de colores blanco gris o verde, con unos gorros en distintos tonos de rojo, denominados en alemán Tarnkkappen, y que les otorgan la virtud de la invisibilidad.
Las Fairies si bien el término inglés “fairy” describe en forma genérica a toda la Gente Menuda, en este caso se aplica a un tipo de hada determinada, posiblemente porque ha llegado a ser la imagen paradigmática de estas criaturas, quizás porque pueden verse a lo largo y lo ancho de todo el territorio de las Islas Británicas, danzando alegremente en los “Corros de Hadas”, hermosas y etéreas bajo la luz de la luna; durante el día, en cambio su belleza se convierte en fealdad y aparecen como enanas arrugadas y deformes.
Sin embargo, como son extremadamente vanidosas y no les gusta que las vean con esta apariencia, en las horas diurnas suelen transformarse en pájaros, liebres, mariposas o libélulas.




Las NEREIDAS marinas son unas hadas de gran belleza, de piel muy blanca, y aunque no son inmortales, su lapso de vida es extremadamente largo. Puede resultar muy peligroso el observarlas cuando juegan o toman el sol en la superficie, ya que no les gusta ser vistas por el hombre, salvo cuando ellas lo desean. Su carácter es apacible, pero si se enfurecen, como el mismo mar, son capaces de ocasionar grandes daños.
Las nereidas pueden considerarse como representación de la infinita variedad de fenómenos y aspectos del océano; y muchos e sus nombres indican las cualidades físicas que personifican, como Galataia (la que es blanca como la leche) aludiendo a la espuma de las olas.

Hay nereidas que expresan el sentimiento de la belleza del mar, como: Agaué, admirable, magnífica, Epató, amable, etc. La mitología pone como morada de las nereidas al Océano, en cuyo fondo habitan en compañía de sus padres Nereo y Doris. Como su padre, las nereidas son divinidades bienhechoras y protectoras. Los navegantes las invocan para obtener una feliz travesía.

Son inseparables compañeras de los delfines, y nunca se encontrará una de ellas sin al menos uno a su alrededor.
Generalmente se las representa en forma mitad pez y mitad mujer. El tridente, el delfín y una rama de coral, todo agrupado, son sus símbolos.



Las Doncellas del Musgo, como protectoras de la Naturaleza, suelen ayudar a quienes viven austeramente y respetan la vida en todas sus formas. Como ayudantes, no sólo son buenas amas de cada y trabajadoras abnegadas, sino que también conocen las propiedades curativas de las plantas del bosque y nos enseñan a utilizarlas. Habitan los bosques de Europa Central, desde los Alpes hasta Francia, Polonia y Checoslovaquia, miden de 60 a 90 cm de alto y se visten con panes de musgo, lo que las camufla perfectamente en su hábitat natural.
Las Fate, por lo general provienen de familias de alta alcurnia, pertenecientes a una aristocracia poderosa y antigua, y se compartan generosamente con los seres humanos, pues suelen hacer espléndidos regalos a quienes las tratan con amabilidad, pero también pueden ser muy crueles con quienes las decepcionan. Cuando adoptan una figura humana se convierten en criaturas femeninas, muy hermosas, de una altura de 1,20 a 1,50 que visten de blanco o colores muy tenues, generalmente verde o salmón.

Las Dríade, en la mitología griega eran consideradas ninfas que protegían a los árboles y a los bosques. Se piensa que las Dríades que cuidan a un árbol o un grupo de ellos, no tienen un tiempo de vida estipulado, sino que mueren junto con el ser que protegen. Brindan protección absoluta al bosque hablan con suaves susurros y una voz muy dulce, son de gran belleza su cuerpo es translúcido y sus ropas muy clara, tienen una tonalidad verde y el cabello del mismo color verdoso, cuando cuidan un bosque se ubican en el centro del mismo.
Las Nibelungos, son seres originarios de tierras alemanas, se puede destacar que son enanas y muy pequeñas que viven en la oscuridad porque aman la noche. Se las considera protectoras de las minas y los lugares de tierra que poseen riquezas subterráneas ya que tienen un gran interés por los metales y poseen gran cantidad de joyas, piedras

La Alhuè entre los araucanos chilenos, alhuè es el alma de los muertos, entidad que se gesta al morir el cuerpo, ya que los seres vivos carecen de Alhuè. Cuando el cuerpo perece, la Alhuè permanece ligada a él, sin poder alejarse mucho, hasta que el poder psicopompo del shamàn la guía hasta la morada final. La otra forma en que la Alhuè puede alejarse del cadáver es cuando éste se corrompe totalmente, en cuyo caso queda vagando sin rumbo lamentándose durante las noches y su energía es apresada por los shamanes malévolos, para usarla en sus hechicerías.

Las pixies son originarias de Escocia, donde viven entre flores y hongos de sombrero ancho. Quienes las han logrado ver, relataron que andan sin ropas y apenas cubiertas con hojas y pétalos. Su nombre proviene del nombre de los primeros habitantes de Escocia. En ese país y en todo el Reino Unido, son tan celebres y admiradas, que muchas veces se denomina Pixie a varias hadas y seres mágicos, son las hadas más tradicionales de las flores y aman la música.



Entre los arboles de las hadas, cuatro son los más difundidos y mágicos, el saúco, el roble, el espino blanco y el serbal, pero todos los seres del reino vegetal cuentan con la protección de los poderes de las hadas, y cualquier persona que los dañe puede pagar muy caro.
Para las hadas irlandesas, las raíces de los robles son excelentes hogares, donde conviven gran cantidad de seres en la más perfecta armonía. En algunas ocasiones invitan a los humanos a compartir sus alimentos, pero es preciso ser muy cauto, pues algunas de las setas que los seres consumen son venenosas para los humanos.
El espino es considerado como la reencarnación vegetal de las brujas viejas, muchas de ellas malévolas. Sin embargo antiguas leyendas sufíes sugieren que tres espinos dispuestos en triangulo y unidos entre sí mediante una cuerda o cinta roja, constituyen una eficaz protección contra las Djinns (hadas dañinas del Medio Oriente), pues sus legitimas moradoras no aceptan que otras criaturas intenten arrebatarles sus propias presas.
También las hadas tienen su preferencia por las flores entre las que se encuentran, la hierba cana o ballico (pichanilla o cardo macho en Sudamérica), el pensamiento, la campánula (campanilla en Sudamérica) y algunas otras donde ellas reposan para preparar un ungüento o poción.



Las hadas son seres que viven con la magia y si creas un nexo de amistad con ellas, te revelarán antiguos secretos y te ayudarán a realizar tu misión.

Los humanos debemos dejar de pensar que todo en el universo ha sido creado para servirnos. Las plantas, los animales y los llamados seres elementales, entre otros reinos que coexisten con nosotros. Hay una interdependencia entre todos que nos permite subsistir. Mantener la armonía entre todos es nuestra responsabilidad. Esto implica intercambio, amor y respeto.

En esta nueva sección encontrarás mensualmente, el mensaje de las hadas, así como las hadas correspondientes al signo zodiacal del mes.



Para atraer hadas a tu jardín:

Pon casas de pájaros y comederos, además de flores y plantas que sean atractivas a las abejas y mariposas. Las hadas se sienten atraídas por los lugares donde merodean las mariposas. Éstas son algunas de las plantas que atraen mariposas y hadas al jardín:

Crisantemos, Tomillo, Lavanda, Rosas, Petunias, Verbena, Lantanas

Incluye estatuas de hadas. Cualquier cosa que refleje la luz o sea muy colorida y encima se mueve atrae particularmente a los gnomos y los duendes. A las hadas y duendes del agua les gusta el sonido de cascadas y ver las fuentes. Hay que dejar un área del jardín salvaje, y no demasiado cultivado, esto hará que se encuentren a gusto.

En Magia Celta, hemos elaborado pequeñas piezas mágicas, en forma de hadas. Todas son piezas únicas y estan elaboradas a mano.
A través de un ritual hemos contactado su corazón para conocer su nombres y el regalo que tienen para ti



Hada Madrina es aquella que otorga gracias y dones especiales a los recién nacidos, y continúa protegiéndolos durante toda su vida de modos diferentes, recordemos la historia de Cenicienta... Los ancestros de las Hadas madrinas son las Tres Madres Célticas, que residían en lugares especiales y mágicos, como las fuentes de aguas curativas, pozos sagrados y emplazamientos místicos casi siempre inalcanzables.

Otro origen son las Fatias Griegas, las tres mujeres que mezclan, manejan y delimitan el destino de los hombres. En Albania, las hadas madrinas son conocidas como "Fatit", las que aparecen el tercer día de nacido el niño, para traer hasta él los regalos de los espíritus mágicos. En Latvia, la "Laume", un hada del hogar que suele vivir en las chimeneas, se hace presente en las tres ocasiones más importantes de la vida humana: Nacimiento, matrimonio y muerte.

Las Hadas Madrinas son bien conocidas figuras de los cuentos y el folklore de muchos países, donde mitigan dolores, marcan el camino a través de rutas seguras, y mantienen a salvo de su inexperiencia y desaprensión a los jóvenes héroes en sus batallas y jornadas de peligro. En muchos relatos, el Hada madrina puede cambiar y modificar los efectos de un hada maligna que se ha sentido ofendida y busca venganza.

Se cree que las Hadas madrinas son las encargadas de conservar las Manzanas mágicas de Faeryland, bien ocultas en Avalon. También conservan el cristal de pura luz de luna que promueve claros y felices pensamientos. Las Hadas madrinas suelen transformarse en búhos cuando desean desaparecer, o cuando ya han cumplido su tarea y deben regresar a Faeryland, se elevan silenciosamente, dejando sus favores y regalos a cada uno de sus humanos protegidos.






Brighid (hada de la luz)

Brighid, la Reina Brillante viene a la luz alejándose de la oscuridad, caminando desde Tir Tairngiri, la Tierra de la Promesa, a susurrar antiguos y mágicos cuentos en nuestros oídos.

En su mano trae el Cetro Blanco, alguna vez otorgado a ella por los Antiguos Reyes de Irlanda y los Ancestrales Lords de las Islas Escocesas.

La vara mágica y blanca representa la pureza, su absoluta rectitud, la justicia. Está hecha de madera de abedul o sauce, y posee el poder de atraer la luz de la primavera hacia la oscuridad invernal. Ser tocado por la vara de Brigidh, es recibir el don de las decisiones firmes y los propósitos auténticos en tu camino o jornada espiritual. Ella permanece en el espacio entre la ignorancia y el conocimiento, iniciando a los que lo deseen en los misterios de la Magia de Hadas, y acompañando a los peregrinos del mundo espiritual a través de los caminos de la sabiduría.



Pure Joy (Hada de la felicidad)

Es la felicidad en estado puro, intacta, a veces infantil y siempre saludable. No reconoce fronteras de edad ni de condición social, ni tampoco es privativa de mundo físico alguno, las hadas poseen una alegría natural que se manifiesta en todas sus acciones, y el hombre nace con la misma dote, pero si no la sabe cuidar es posible que la pierda. Aquí interviene muchas veces el Hada Pure Joy, tratando de evitar esta pérdida. ¿Cómo lo hace? En momentos de tristeza, hace aparecer en la mente del hombre diferentes imágenes graciosas o recuerdos felices, diluyendo la tristeza al menos por unos momentos.

Está siempre presente entre los niños, y se cree que muchas veces toma la forma de uno de ellos para intervenir en sus juegos. Suele vivir entre las flores, y también se esconde en troncos caídos cercanos a patios o lugares donde los niños se reúnen a jugar, y algunos dicen haberla visto bajo pupitres en algún aula escolar.



Hada de los sueños

Hay un Hada en especial que viene cuando los sueños de los hombres cobran vida. Se queda en un costado, guiando invisiblemente las manos y la mente para lograr realizar los deseos. Hay estrellas brillando a su alrededor, una forma visible de su energía cósmica, que dibuja formas cambiantes sobre ella y flotan también sobre las cabezas humanas.

Cuando se llega al luminoso punto de la inspiración, y la nutritiva carga energética del Hada está surtiendo efecto, se accede a la armonía y el balance, entonces el sueño se hace real y vívido, en la forma de una obra, un poema, una meditación u otra expresión creativa. El ser humano habla de gente inteligente o brillante, dice que ha tenido una idea espectacular, una intuición magnífica, y no sabe que ha recibido ayuda extra.

Cuando miramos hacia el mundo mágico de las Hadas, vemos todas estas cosas del sueño tan visibles y posibles en gloriosa forma. Se producen por su influjo auto-revelaciones, auto-iluminaciones, auto-conciencias. El Hada de los Sueños posee el conocimiento natural y la gracia feérica, generosamente la dispersa sobre los abiertos a la maravilla.

Su nombre es un misterio, o mejor dicho, es tu elección. La nombras como desees, o no lo hagas y existirá igual para tí. Llamando a esta Hada consigues la ayuda de los Altos Seres, con energía focalizada y mente abierta e intuitiva. Ella enseña cómo reconectar lo celestial con lo terrestre. Toma el brillo, el regalo de la inspiración y vete de su mano por los caminos de tu creación, logrando todo aquello que has deseado. No olvides, como el hada, mantener abierto a la luz tu corazón, te alumbrarás tú mismo, y ésta es la más brillante luz de todas las que puedas hallar .

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El hogar tradicional de las hadas son las antiguas obras de tierra, como las fortalezas y los túmulos. La palabra Hada, en gaélico ,es Sidhe (Shee), que quiere decir gente de las colinas. Por las noches, las colinas de las hadas aparecen encendidas, con muchas lucecillas centelleantes. Hay veces en que la colina acaso se eleve sobre unos pilares, para mostrar las luces brillantes de las hadas, que paulatinamente avanzan en procesión hacia otros cerros. La época tradicional en que esto sucede es la fiesta de la Cosecha (7 de agosto).Sin embargo, la época en que los montañeses, la gente más temida entre los fabulosos habitantes de la isla de Man cambian de morada es el día de Todos los Santos(el 1 de noviembre) .

Decididamente, no se recomienda a los intrusos que invadan estos cerros de las hadas, ni ningún otro hábitat suyo. Pero nada hay que decir en contra de una observación discreta y hasta es posible que un amigable espectador se vea recompensado. Sin embargo, si las hadas parecen reacias a salir de su colina, puede descubrirse la entrada dando nueve vueltas en torno al cerro, con luna llena. Así quedará revelada la entrada. Quienes no tengan valor suficiente para penetrar realmente en la morada de las hadas, si pegan el oído al suelo
tal vez se vean premiados con los ruidos de sus algazaras. Además de emplearlas como vivienda, las colinas huecas son escondites para guardar oro.



En la mitología griega, una ninfa es cualquier miembro de un gran grupo de espíritus femeninos de la naturaleza, a veces unidos a un lugar u orografía particular. Las ninfas solían acompañar a varios dioses y diosas, y eran con frecuencia el objetivo de sátiros lujuriosos.

Las ninfas son las personificaciones de las actividades creativas y alentadoras de la naturaleza. La palabra griega νύμφη significa ‘novia’ y ‘velado’ entre otras cosas; es decir, una mujer casada y, en general, una en edad casadera. Otros hacen referencia a esta palabra (y también a la latina nubere y a la alemana Knospe) como una raíz que expresa la idea de ‘crecer’ (según Hesiquio de Alejandría, uno de los significados de νύμφη es ‘capullo de rosa’). El hogar de las ninfas está en las montañas y arboledas, en los manantiales y ríos, en los valles y las frías grutas. Con frecuencia son el séquito de divinidades superiores: de Artemisa la cazadora, de Apolo el profeta, del juerguista y dios de los árboles Dioniso, y también de dioses rústicos como Pan y Hermes, dios de los pastores.

Etimología

El nombre ninfa (Νύμφαι) es el de una numerosa clase de deidades femeninas inferiores, aunque eran designadas por el título de olímpicas, convocadas a las reuniones de los dioses en el Olimpo y descritas como hijas de Zeus. Pero se creía que moraban en la tierra: en arboledas, en la cima de montañas, en ríos, arroyos, cañadas y grutas.1 Homero las describe con más detalle presidiendo sobre los juegos, acompañando a Artemisa, bailando con ella, tejiendo en sus cuevas prendas púrpuras y vigilando amablemente el destino de los mortales.2 Los hombres les ofrecían sacrificios en solitario o junto con otros dioses, como por ejemplo Hermes.3 Según el lugar que habiten, se les llama ἀγρονόμοι,4 ὀρεστιάδες5 y νηϊάδες.6
Clasificación de las ninfas

Las diferentes especies de ninfas se distinguen según las diferentes esferas de la naturaleza con las que están conectadas.
Ninfas terrestres («Epigeas»)
Agrónomos (campos)
Alseides (flores)
Antríades(cuevas)
Auloníades(pastizales)
Corícides o coricias (cuevas, son las musas clásicas)
Dríades (bosques)
Hamadríades (árboles)
Melíades o melias (fresnos)
Hespérides (jardines)
Híades (lluvia)
Limónides o hénides (prados)
Napeas (valles de montañas, cañadas)
Oréades u orestíades (montañas, montes; forman el cortejo de Diana)
Ninfas de las aguas («Efidríades»)
Oceánides (hijas de Océano; cualquier agua, normalmente salada)
Néfeles (Ninfas de las nubes y las lluvias)
Nereidas (hijas de Nereo; del mar Mediterráneo)
Náyades (normalmente al agua dulce)
Creneas o crénides (fuentes)
Limnátides o limníades(lagos)
Pegeas (manantiales)
Potámides (ríos)
Otras
Perimélides (ninfas del ganado menor)
Epimélides (ninfas de las ovejas)
Trías (ninfas proféticas de la miel)
Uranias (ninfas celestes)


Todas las ninfas, cuyo número es casi infinito, pueden ser divididas en dos grandes clases. La primera abarca todas aquellas que pueden ser consideradas como un tipo de divinidad inferior, reconocida en el culto de la naturaleza. Los griegos antiguos veían en todos los fenómenos ordinarios de la naturaleza alguna manifestación de la divinidad. Fuentes, ríos, grutas, árboles y montañas: todos les parecían cargados de vida, y no eran más que las encarnaciones visibles de otros tantos agentes divinos. Los saludables y beneficiosos poderes de la naturaleza eran pues personificaciones y considerados otras tantas divinidades, y las sensaciones producidas en el hombre por la contemplación de la naturaleza (sobrecogimiento, terror, alegría, placer) se atribuían a la acción de diversas deidades de la naturaleza. La segunda clase de ninfas son personificaciones de tribus, razas y estados, tales como Cirene y otras.


Las ninfas de la primera clase deben ser de nuevo divididas en varias especies, según las diferentes partes de la naturaleza de las que sean representativas:

Ninfas del elemento acuático. Aquí debemos mencionar primero a las ninfas del océano, Ὠκεανῖναι u Ὠκεανίδες, νύμφαι ἅλιαι, que son consideradas hijas de Océano,7 y a continuación a las ninfas del Mediterráneo o del mar interior, que son consideradas hijas de Nereo, por lo que son llamadas Nereidas (Νηρεΐδες).8 Los ríos eran representados por las Potámides (Ποταμηΐδες), quienes, como divinidades locales, eran bautizadas según sus ríos como Aqueloides, Anígrides, Amnisíades o Pactólides.9 Pero las ninfas del agua dulce, ya sea de ríos, lagos, arroyos o pozos, son también designadas por el nombre general de Náyades, Νηΐδες, aunque tengan además sus nombres específicos, como Κρηναῖαι, Πηγαῖαι, Ἑλειονόμοι, Λιμνατίδες o Λιμνάδες.10 Incluso los ríos de las regiones inferiores (el inframundo) se describen con sus ninfas, de ahí las Nymphae infernae paludis y las Avernales.

Muchas de estas ninfas presidían sobre las aguas o las fuentes, de las que se creía que inspiraban a aquellos de bebían de ellas, por lo que se creía que las propias ninfas estaban dotadas de poderes proféticos u oraculares y los inspiraban a los hombres, así como que les otorgaban el don de la poesía.

Los adivinos o sacerdotes inspirados eran por esto llamados a veces νυμφύληπτοι.
Sus poderes, sin embargo, varían con los de la fuente sobre la que presiden, considerándose así que algunas tenían el poder de devolver la salud a las personas enfermas,
y como el agua es necesaria para alimentar a la vegetación así como a todos los seres vivos, las ninfas acuáticas (ἱδριάδες) eran también adoradas junto con Dioniso y Deméter como dadoras de vida y bendición a todas las criaturas, y este atributo es expresado por una variedad de epítetos, tales como καρποτρόφοι, αἰπολικαί, νόμιαι, κουροτρόφοι y otros. Como su influencia era de esta forma ejercitada en todas las secciones de la naturaleza, aparecen con frecuencia relacionadas con divinidades superiores, como por ejemplo con Apolo, el dios profético y protector de las manadas y rebaños, con Artemisa, la cazadora y protectora del juego, pues ella misma fue originalmente una ninfa arcadia, con Hermes, el fructífero dios de los rebaños,con Dioniso y con Pan, los Silenos y los Sátiros, a quienes se unían deleites y bailes báquicos.

Ninfas de las montañas y las grutas, llamadas Ὀροδεμνιάδες y Ὀρειάδες, pero a veces también por nombres derivados de las montañas concretas que habitaban, como Κιθαιρωνίδες, Πηλιάδες, Κορύκιαι, etcétera.

Ninfas de los bosques, arboledas y praderas, donde se creía que a veces se aparecían y asustaban a los viajeros solitarios. Eran designadas por los nombres Ἀλσηΐδες, Ὑληωροί, Αὐλωνιάδες y Ναπαῖαι.

Ninfas de los árboles, de las que se creía que morían junto con los árboles en los que vivía y con los que habían llegado a existir. Eran llamadas Δρυάδες, Ἁμαδρυάδες o Ἀδρυάδες, de δρῦς, que significa no sólo ‘roble’ sino también cualquier árbol silvestre que crece majestuoso. Las ninfas de los árboles frutales eran llamadas Μηλίδες, Μηλιάδες, Ἐπιμηλίδες o Ἁμαμηλίδες. Parecen ser de origen arcadio y nunca aparecen junto con los grandes dioses.

La segunda clase de ninfas, que estaban relacionadas con ciertas razas o localidades (Νύμφαι χθόνιαι22 ), tienen normalmente un nombre derivado de los lugares con los que estaban asociadas, como Nisíadas, Dodónidas o Lemnias.
Los sacrificios ofrecidos a las ninfas solían consistir en cabras, corderos, leche y aceites, pero nunca vino.
Eran adoradas y honradas con santuarios en muchas partes de Grecia, especialmente cerca de las fuentes, arboledas y grutas, como por ejemplo cerca de una fuente en Cyrtones,
en Ática, en Olimpia, en Mégara, entre Sición y Flio y en otros lugares. Las ninfas se representan en obras de arte como hermosas doncellas, desnudas o semidesnudas.
Poetas posteriores las describen a veces con cabellos del color del mar



Estas ninfas de La Montaña poseen largas trenzas de color azabache u oro adornadas con lazos y cintas de seda multicolores y se ciñen a la cabeza una hermosa corona de flores silvestres. Visten una fina y larga túnica blanca que cubren con una capa azul.

En sus manos llevan una vara de mimbre o espino que cada día de la semana brilla con una luz diferente.

Se las ve paseando por las sendas de los bosques, descansando en las orillas de los veneros y en los márgenes de los arroyos que parecen que cobran vida. Conversan con las aguas que manan de las fuentes y manantiales que es donde viven. Ayudan a los animales heridos, a los árboles partidos por las tormentas o los ojáncanos, a los enamorados, a aquellos que se extravían en la frondosidad del bosque, a los pobres y a los que sufren. Cuando pasean por los pueblos dejan regalos en las puertas de los que se lo han merecido y si se la invoca pidiendo ayuda ellas la prestarán si es buena persona, pero también castigan a quien las desobedece.

Dice la tradición que durante el solsticio de primavera, en la media noche, se reúnen en las brañas y danzan hasta el amanecer cogidas de la mano, esparcen rosas y quien logre encontrar una de estas que tienen pétalos púrpuras, verdes, áureos o azules, será feliz hasta la hora de su muerte.



No sé si has ido ya antes a sentarte junto al mar y soñar con las hermosas sirenas que en él habitan, pero en todo caso, en este paseo mágico seguro que te apetecerá aquí y ahora adentrarte en el bosque y sentir muy cerca de ti la presencia de algún hada o duendecillo...

Porque estos seres fantásticos, llamados genéricamente 'Espíritus o Elementales de la Naturaleza', pueblan los bosques, el aire, el agua de ríos y mares...; es decir, la Naturaleza entera. Ya sea en esta dimensión nuestra, la de los humanos, o bien en su propio mundo tejido con hebras sutiles de materia pero en todo caso muy cercano al nuestro, lo cierto es que ahí están, compartiendo su existencia con nosotros en mayor o menor medida y, sobre todo, lo que es más importante: avivando y alegrando nuestros sueños y manteniendo despiertas nuestra fantasía y nuestra imaginación.

En este pequeño recorrido por ese mundo de magia y hechizo, te propongo pues conocer un poco más y mejor, leyendo su historia y contemplando hermosas imágenes e ilustraciones, a algunos de los seres que llevan siglos alimentando nuestras fantasías, y ojalá que sigan haciéndolo aún mucho tiempo más.


Estos pequeños seres mágicos, dotados con alas de libélula o de mariposa, habitan en los bosques, ríos o montañas, de las que son sus cuidadoras y reinas indiscutibles de su elemento.
Las ninfas viven en tres de los cuatro elementos: las ninfas del aire son los llamados Silfos; las del agua son las Ondinas y las Salamandras, las que viven en el fuego...
Hay mucha tendencia a confundirlas con sus parientes las hadas, pero quitando la capacidad de volar en poco se parecen a ellas, ya que las ninfas, a diferencia de las hadas, no tienen por costumbre ayudar al ser humano, sino que su misión básica y fundamental es proteger su elemento. Pero a veces pueden convivir con los hombres si estos respetan sus normas y leyes de amor y respeto hacia la Naturaleza, algo que lamentablemente en nuestro planeta, cada vez sucede con menos frecuencia.

Las ninfas son dulces y risueñas, brillan como las luciérnagas y tienen el poder de curar a las plantas y animales, ya que conocen todos los secretos y virtudes que guardan celosamente los ríos, las plantas, las flores ... y gracias a estos conocimientos, pueden elaborar cientos de remedios contra enfermedades.
Viven en palacios de ensueño, cerca de hermosas y cantarinas cascadas, y se rigen tan sólo por el amor, la bondad y la fantasía.
Adoran a los niños, y son sus guías cuando éstos pasean por el bosque; los cuidan para que nada les haga daño, espantan a los animales que puedan herirles o asustarles, y les indican el camino de vuelta en casa. A veces se transforman en dulces abejitas , o luminosas luciérnagas, para estar cerca de
ellos.



Un cuento de hadas es una historia ficticia que puede contener personajes folclóricos tales como hadas, duendes, elfos, troles, gigantes, gnomos y animales parlantes, así como encantamientos, normalmente representados en una secuencia inverosímil de eventos. En el lenguaje contemporáneo, el término es también utilizado para describir algo que está vinculado con princesas, como los casos de «un final de cuento de hadas» (un final feliz)[1] o de un «romance de cuento de hadas», aunque no todos los cuentos de hadas terminan con un final próspero. De igual manera, en el aspecto coloquial un «cuento de hadas», o también «relato de hadas», puede ser asociado con cualquier historia rocambolesca y extraordinaria. Por lo general, este tipo de relatos suele atraer a los niños pequeños, al comprender éstos de forma rápida y sencilla a los personajes arquetípicos de cada historia.

En las culturas donde los demonios y las brujas son percibidos como seres reales, los cuentos de hadas pueden fusionarse en forma de narraciones legendarias, en las que el contexto es percibido, tanto por el narrador como por los oyentes, como si se tratara de una realidad histórica. Sin embargo, a diferencia de las leyendas y epopeyas, que no tienden a tener más que referencias superficiales a la religión y a lugares, personas y sucesos actuales, este tipo de historias tiene lugar en un período indefinido («Érase una vez», «Había una vez») más que en un instante preciso.
Los cuentos de hadas se encuentran ya sea en forma oral o literaria. Intentar detallar con exactitud su historia resulta una labor difícil, puesto que sólo las formas escritas han sido capaces de sobrevivir con el paso del tiempo. No obstante, la evidencia de las obras literarias, al menos, da una indicación de que los cuentos de hadas han existido durante miles de años, aunque tal vez no reconocidos al inicio como un género propio; el término «cuento de hadas» les fue otorgado por la francesa Madame d'Aulnoy. A través de los siglos, se encontraron hallazgos literarios de cuentos de hadas en todo el mundo, siendo recogidos por los folcloristas en diversas culturas. Incluso, hoy en día, se siguen redactando cuentos de hadas y obras derivadas del mismo género.

Aun cuando los primeros cuentos de hadas estaban destinados principalmente a las audiencias adultas, y en menor grado a los niños, éstos comenzaron a asociarse con los infantes desde los escritos de los preciosistas; a partir de que los hermanos Grimm titularan a su colección como Children's and Household Tales, el vínculo con los niños ha ido fortaleciéndose con el transcurso de los años.

Los folcloristas han clasificado a los cuentos de hadas de diversas formas; entre las más notables agrupaciones están el sistema de Aarne-Thompson y el análisis morfológico del erudito Vladímir Propp. Por otro lado, otros folcloristas han interpretado la importancia de los cuentos, pero ninguna escuela ha sido establecida de manera definitiva para abordar el significado de este tipo de relatos.



Erase una vez una viuda que tenía dos hijas. La mayor asemejaba a la madre en todo, tanto físicamente como en el carácter, quien veía a la madre veía a la hija. Las dos eran sumamente antipáticas y llenas de soberbia, a tal punto que nadie quería estar cerca de ellas, ni vivir junto a ellas.

La más joven por el contrario, tenía una dulzura increíble, y por la bondad del corazón, era el retrato de su padre, y era de una belleza incomparable que era difícil encontrar otra joven tan bella como ella. Naturalmente, como todos aman a sus semejantes, la madre tenia predilección por la mayor y sentía por la menor una aversión y repugnancia espantosa.


Le hacía comer en la cocina, y todos los que haceres de la casa le tocaban a ella. Aparte de todo, esta pobre niña debía dar dos viajes a una fuente distante, de más de una milla y media a buscar agua y traer un gran cántaro lleno.

Un día mientras estaba en la fuente llenando su cántaro, se le acerca una pobre vieja, quién le rogó que le diera agua de beber. “Pero claro, abuelita, con mucho gusto.” respondió la niña, “espere que le llene la jarra”. Inmediatamente la limpió, la llenó con agua fresca y se la presentó, sosteniéndola en sus propias manos para que bebiera cómodamente y hasta saciarse. Cuando hubo bebido, la viejita le dijo: “Eres tan buena, y tan bella que por esto no puedo hacer menos que darte un regalo”. Aquella era un hada que había tomado la forma de una vieja campesina para ver hasta donde llegaba la bondad de la jovencita. Y continuó.”Te doy por regalo que por cada palabra que sale de tu boca brotará o una flor o una piedra preciosa”.

La muchacha regresó a la casa con el cántaro lleno, algunos minutos más tarde; la madre estaba hecha una furia por el minúsculo retardo. “Mamá, ten paciencia, te pido perdón” dijo la hija toda humilde, y en tanto hablaba le salieron de la boca dos rosas, dos perlas y dos diamantes enormes. “Pero qué sucede aquí!!” dijo la madre estupefacta, “me equivoco o estás escupiendo perlas y diamantes!… Oh pero cómo, hija mía? …”

Era la primera vez en toda su vida que la llamaba así y en tono afectuoso. La niña contó ingenuamente todo lo que le había sucedido en la fuente; y mientras hablaba , brotaban los rubíes, topacios de sus labios. “Oh, qué fortuna!”, dice la madre, “necesito enviar también a esta otra niña.

Mira, Cecchina, mira lo que sale de la boca de tu hermana cuando habla. Te gustaría tener también a ti este don?… Es necesario que solamente vayas a la fuente de agua y si una viejita te pide agua, dásela con mucha amabilidad.” “¡No faltaba más, ir a la fuente ahora!” reclamó la otra. “¡Te digo que vayas ahora mismo!” Gritó la mamá.

Salió corriendo la muchacha, llevando consigo la más bella jarra de plata que había en la casa. … Apenas había llegado a la fuente, apareció a una gran señora, vestida magníficamente, que le pide un poco de agua. Era la misma hada que había aparecido a su hermana; pero había tomado el aspecto y vestuario de una princesa, para ver hasta dónde llegaba la malacrianza de esa joven. “¡Pero claro” dice la soberbia, “que he venido aquí para darle de beber a usted! … ¡Seguro!…Para darle de beber a usted y no a otra persona!…Un momento, si tiene sed, la fuente está ahí!” “Tienes muy poca educación, muchacha…” dijo el hada sin inmutarse “Ya que eres tan maleducada te doy por regalo , que por cada palabra pronunciada saldrán de tu boca una rana o una serpiente”.�

Apenas la vio la madre a lo lejos, que le grita a plena voz: “¿Como te fue, Cecchina?” “¡No me molestes mamá!, replicó la muchacha; e inmediatamente escupió dos víboras y dos ranas Oh Dios, que veo!… la culpa debe ser toda de tu hermana!, me las pagará!” Y se movió para pegarle. Aquella pobre joven huyó del rencor y fue a refugiarse en el bosque cercano.�

El hijo del Rey que regresaba de la caza la encontró en un sendero, y viéndola tan hermosa, le preguntó qué hacía en ese lugar tan sola, y porqué lloraba tanto. “Mi madre me ha sacado de la casa y me quería golpear” Respondió la joven. E hijo del Rey quien vio salir de aquella boca cinco o seis perlas y otros tantos brillantes, le rogó que le contara cómo era posible algo tan maravilloso. Y la muchacha le contó toda la historia de lo que le había sucedido.

El príncipe real se enamoro de inmediato de ella, y considerando que el don del hada era más valioso que cualquier dote que ninguna de las damas del reino podrían tener, la llevo sin chistar a palacio y se casó con ella. La otra hermana, mientras tanto se hizo odiar por todos de tal manera, que su misma madre la sacó de la casa; y la desgraciada joven después de tratar de convencer a muchos de que la recibieran, todo en vano; se fue a morir al fin del bosque






Las xanas son un mito indoeuropeo, extendido por toda la Europa atlántica (hadas, dones d'aigua, etc); espíritus de la Naturaleza con forma de mujer, viven generalmente cerca de los ríos y fuentes.

Son mujeres de corta estatura. De belleza sobrenatural, se las puede ver en los márgenes de los ríos peinando con peines de oro su rubio y largo cabello y vistiendo largas túnicas blancas o tules casi transparentes.

Sin embargo las xanas, a pesar de su parecido con las ninfas de la mitología clásica o con las hadas, presentan una serie de peculiaridades que las hacen diferentes: por ejemplo, la mayor parte de su tiempo la dedican al canto y a peinar sus sinuosas cabelleras; sin embargo también realizan otras tareas, como cuidar del ganado y de sus propios hijos.

Una de sus mayores obsesiones es la de cambiar a sus "xaninos" por bebés humanos, aprovechando el descuido de las madres cuando bajan al río a lavar la ropa. Resulta curioso que la prole de estos bellos seres resulte tan enfermiza que intenten conseguir bebés humanos, debiéndose esto quizá, según algunos estudiosos, a que se trata de una raza en vías de extinción.
Unas de las cosas que hacían sospechar a las madres humanas era que la criatura languidecía a ojos vista y la piel se volvía cada vez más oscura, además de observar con estupor que el usurpador poseía una dentición completa, a pesar de contar con pocos meses de edad.

Son corrientes en el folclore de Asturias (región del norte de España) los cuentos que relatan estos sucesos, como el de aquel "xanin" que al ver los pucheros en el llar (fuego de la cocina), exclama asombrado: "Mis ciento veinte años cumplí, y nunca tantos pucheros en la lumbre vi"; y al darse cuenta del cambio, vuelve la madre al río para obligar a la xana a devolverle a su verdadero hijo, lo cual ella acaba haciendo, pero malhumorada y a regañadientes.

Es creencia firme también que en la noche mágica por excelencia, la Noche de San Juan, el 24 de Junio, las xanas se hacen visibles para quien las quiera contemplar con sólo acudir a los sitios en que habitan como fuentes, lagos y ríos. Aquellos que quieran acometer tal hazaña, encontrarán a la xana sentada en una roca, cantando y portando una madeja de hilo de oro, que entregará al humano que se la pida, prometiendo a la vez desposorio y magníficos tesoros para aquel que consiga deshilar la madeja sin cortar el hilo. Pero si el hilo se rompiera, se castigará al humano de una manera cruel que acabará en su muerte, atrayéndole hasta el fondo de las aguas.



Las ayalgas son una variante de las xanas, pero se diferencian primordialmente en que se trata de seres humanos. Son hermosas doncellas que son llevadas al mundo de los elementales por poseer alguna cualidad extraña a nuestro entendimiento. Generalmente su misión es la de ejercer de guardianas de los tesoros de las grutas.

Estas jóvenes sienten al principio una gran tristeza por no estar con los suyos y la expresan cantando bellas y enigmáticas canciones en la entrada de las cuevas; este canto atraia a los pastores y viajeros que pasaban por las cercanías, y si la ayalga aún tenía algo de su naturaleza humana, les avisaba de los peligros de despertar al cuélebre (mítica serpiente del folklore de Asturias) que dormitaba en el interior.

Aún hoy se recuerdan historias de encuentros de pastores con estos seres, en los que la dama enamoraba y explicaba al visitante como conseguir los valiosos tesoros del interior de la cueva; una vez logrado regresaban al pueblo y la ayalga se casaba con el hombre mortal y perdía todos los poderes que los espíritus de la Naturaleza le habían otorgado, como su bella voz y el entendimiento del lenguaje de animales y plantas; a su vez, olvidaba para siempre sus recuerdos de convivencia en el reino de las hadas. Sin embargo esto no sucedía siempre, y el paso del tiempo diluía su naturaleza humana, convirtiéndose finalmente en un ser inmortal.




Ultimamente mi cuento favorito es El Príncipe Rana. La historia de la princesa que besa a la rana y ésta se transforma en un apuesto príncipe, es la versión más dulce y tal vez cursi del cuento. En verdad el sapo no es precisamente un santo, sino que encuentra la manera de chantajear a la princesa, por demás superficial y vanidosa al extremo, para comer de su plato y dormir con ella. Si se piensa detenidamente en los detalles del cuento, quitándole todo el romanticismo, como en verdad lo pretendían los hermanos Grimm por allá por 1810, el cuento no narra precisamente una historia romántica y mágica, sino una historia de transformación, lealtad y madurez.

María Tatar dice que es la pasión y no la compasión la que transforma al sapo en príncipe. En la versión de los hermanos Grimm la princesa lanza al sapo contra la pared cuando éste pretende dormir con ella, al contrario que el consabido beso, que es una versión inglesa, más adaptada a la época victoriana.
También se dice que es un cuento de naturaleza sexual, adapatado para la época, aunque como todos los cuentos de hadas, dirigido a un público adulto y no infantil. La historia narra que el sapo quiere dormir con la princesa, amanece convertido en príncipe y se casa con la princesa. En todo caso, es este hecho el que transforma a la princesa de niña mimada a mujer. Como todo, no por tener relaciones sexuales te conviertes en mujer, ni por casarte, pero para la época, el rito del matrimonio como un pasaje a la madurez y a la sociedad adulta independientemente de la edad (por allá por los siglos diecinueve, dieciocho, diecisiete o antes).

En una versión más antigua del cuento, el sapo convertido en príncipe le da a su prometida un pañuelo bordado con sus iniciales y le dice que si las letras se tornan rojas, él le ha sido infiel, y se marcha a su reino. Las letras se tornan negras, por lo que la princesa y sus hermanas deciden vestirse como hombres e ir al reino del príncipe. Pasan por varias pruebas, para no ser reconocidas y tienen éxito en ir en el mismo coche del príncipe (suponemos que en la parte de atrás como lacayos), donde éste iba con su "falsa novia". Mostrando su naturaleza dual, cual anfibio. Se escucha un craaaak terrible, por lo que creen que el coche se está rompiendo, entonces la princesa se quita el disfraz y le dice que es su corazón el que se rompe, ya que su "bienamado" ha roto su promesa. El príncipe reconoce a su "verdadera novia" y se casa con ella.

En esta versión, más completa, hay una transformación total de la princesa. Además de la transformación obvia del sapo en príncipe, hay una más importante, que es la del final. El príncipe reconoce a su verdadera novia, reconoce que ha faltado a su promesa y a su verdadero amor y regresa con la princesa. Esta versión, menos romántica en el sentido pasivo de la palabra, desde un punto de vista jungiano reconoce el valor de ambos personajes principales de la historia para que haya un desenlace feliz. Es decir, tanto de la parte masculina de la personalidad como de la femenina. Suponiendo que se vea solamente desde la perspectiva de las mujeres, sería tanto el ego de la mujer como su animus. Un primer paso hacia la individuación. Algunos autores han propuesto también que es el asumir las partes menos desarrolladas de la psyche o incluso las desconocidas (la integración de la sombra representada por el sapo). En todo caso, es la actitud activa y no sólo la receptiva, la que transforma.

La famosa frase: "hay que besar un montón de sapos antes de encontrar a tu príncipe" o la idea de que el valor y la belleza interna es lo que cuenta y no las apariencias; o inclusive la noción moralista de "cumplir con las promesas", en sí mismas no son malas interpretaciones del cuento, sólo un poco superficiales, algo carentes en sí mismas. A la final, ¿a quién realmente le debe la princesa su fidelidad? a sí misma! Es decir, es la falta de sentido común, o una personalidad narcisista o incluso el hecho de que todavía es una niña inmadura y mimada, lo que hace que la princesa le dé más valor a un juguete (la bola de oro que perdió en el estanque) que a sus joyas o a su palabra. Porque la princesa nunca pensó en cumplir con su palabra... ¿Conocen "princesas" así?

Lo fundamental en la historia es la lealtad a sí misma y por lo tanto a la palabra dada, a los compromisos hechos y no tomados a la ligera, a la responsabilidad por la vida propia y a no venderse por cosas sin valor, a ir en busca de lo que una quiere. Porque o terminas besando un montón de sapos (y enfrentémoslo, qué asco!) o te transformas tú misma en una rana (animal baboso y anfibio que come moscas). Además la pasión nunca está de más en la vida!

Fuentes: http://surlalunefairytales.com/





En el folklore inglés, la reina de todas las hadas se llama Mab. En Gales, Mab rige a las hadas ellyllon (plural de ellyll), por lo que a veces se le llama Ellyllon.

Los Ellyllon son pequeños elfos que habitan cuevas y valles y al parecer su nombre deriva del galés el-espíritu, y elf-elemento. Se cree también que puede venir del hebreo elilim que significa "cosas de nada" y denota ídolos carentes de significado. Lo que probablemente indicaría que en el encuentro de los habitantes de Inglaterra y Gales con los cristianos, el antiguo pueblo de los dioses y las hadas celtas podría haber sido degradado a "cosas carentes de valor" (que no tienen ninguna relación con la palabra "elohim").

Se dice de los ellollym gustan de comer "mantequilla de hadas" y hongos, la primera es una substancia cremosa segregada por un liquen que crece espontáneamente en los huecos de los robles, similar en su contextura a la mantequilla y los hongos son del tipo venenoso. Se dice que sus guantes son las campanillas de las digitalis, de cuyas hojas se suele producir un sedante poderoso.
A Mab se la conoce en las tradiciones galesas como la mujer de Gwyn-ap-Nudd, rey del mundo inferior (que tanto entraña el mundo de los duendes como el de los muertos). Se ha dado a conocer en la Literatura Inglesa gracias a Shakespeare (Romeo y Julieta, Acto II, esc 4), en la voz de Mercutio: "llega bajo la forma no mayor que una piedra de ágata en el dedo índice de un edil". Shakespeare se refirió a ella como el hada que realizaba los deseos más íntimos de los humanos en forma de sueños. (Seguro que Freud tomó nota...) "Dijo que cuando vaga a través de las mentes de los amantes, estos sueñan con el amor; cuando pasa por las rodillas de los palaciegos, sueñan con gentilezas; cuando sobrevuela los dedos de los abogados sueñan con honorarios; y cuando cruza sobre los labios de las damas, sueñan con besos".
En el poema de Shelley, Queen Mab, ella ejerce un poder sobre el tiempo y es capaz de revelar el pasado, el presente y el futuro:
Se me han confiado para que guarde
las maravillas del mundo,
el espacio, la meteria, el tiempo y la mente.

Una hermosa descripción de Mab (en Shakespeare): "su coche era una vacía cáscara de avellana y los radios de sus ruedas estaban hechos con largas patas de araña. La capota procedía de las alas de un saltamontes, los arneses eran de tela de araña, las colleras de rayos de luna y el látigo de la clavícula de un grillo. Del carruaje tiraba un mosquito pequeño y gris".
Mab es quien trenza las crines de los caballos con nudos de elfo y roba niños humanos, dejando en su lugar cambiados (duendes con la apariencia de bebés). Se la conoce como una comadrona de las hadas, ya que mab en galés significa bebé. (ejm: amor por los niños es mabgar, gatito es mabgath y los románticos cuentos de encantamientos de épocas pasadas que se cuentan a los niños son mabinogi -plural de mabinogion).

El título de reina (queen, en inglés) parece provenir del vocablo galés quean que significa musa o en el sajón quen, comadrona. Pero no eran bebés lo que Mab traía al mundo, sino sueños. La literatura nuevamente nos aporta en este aspecto, como en "El velo de la Reina Mab" de Rubén Darío:

"La reina Mab, en su carro hecho de una sola perla, tirado por cuatro coleópteros de petos dorados y alas de pedrería, caminando sobre un rayo de sol, se coló por la ventana de una buhardilla donde estaban cuatro hombres flacos, barbudos e impertinentes, lamentándose como unos desdichados"...
"Entonces, la reina Mab, del fondo de su carro hecho de una sola perla, tomó un velo azul, casi impalpable, como formado de suspiros, o de miradas de ángeles rubios y pensativos. Y aquel velo era el velo de los sueños, de los dulces sueños, que hacen ver la vida de color de rosa. Y con él envolvió a los cuatro hombres flacos, barbudos e imperteninentes. Los cuales cesaron de estar tristes, porque penetró en su pecho la esperanza, y en su cabeza el sol alegre, con el diablillo de la vanidad, que consuela en sus profundas decepciones a los pobres artistas".

Se la suele confundir con la diosa irlandesa Mebd o Maeve y algunos escritores afirman que se trata de su equivalente britona (celta británica). Es posible que Maeve y Mab hayan estado relacionadas con las iniciaciones chamánicas... Se puede trabajar en imaginación activa con la reina Mab, ya que ella revela a través de visiones y sueños sus secretos y los símbolos de la mente subconsciente.

Fuente:"El anillo de las hadas" por Anna Franklin,



Un hada (del latín fatum: hado, destino) es una criatura fantástica y etérea, personificada generalmente en forma de mujer hermosa, que según la tradición son protectoras de la naturaleza, producto de la imaginación, la tradición o las creencias y perteneciente a ese fabuloso mundo de los elfos, gnomos, duendes, sirenas y gigantes que da color a las leyendas y mitologías de todos los pueblos antiguos. Se puede provocar el contacto con ellas desarrollando la visión etérea según las leyendas. La mayoría de ellas se representan con alas.



William Shakespeare, en su obra Hamlet, sentencia que existe sobre la tierra más cosas de las que alcanza a percibir nuestra la imaginación.
Lo fantástico es invisible a los ojos.
La creencia en la existencia de las Hadas, es común a las más diversas culturas, encontrando el origen en los mitos y leyendas de cada una de ellas.
Una de las tantas leyendas, sostiene que las hadas son ángeles caídos o paganos muertos que no han sido suficientemente buenos para entrar en el paraíso, ni tan malos como para entrar en el infierno, quedando obligados a vivir eternamente a mitad de camino.
Otra leyenda cuenta que cierta vez, estaba Eva, a orillas de un río, bañando a sus hijos, cuando escucho que Dios, le hablo. Temerosa, Eva oculto a los hijos que todavía no había bañado, para que Él no los viera. Dios, que todo lo ve, le preguntó si con ella estaban todos sus hijos y Eva mintiendo, respondió que sí. Entonces, Dios le advirtió que aquellos que había ocultado, quedarían ocultos para siempre a los ojos de los hombres y fueron esos niños los que se convirtieron en hadas o Elfos.


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